Poco después de que se inventaran los ordenadores, la Asociación de la Lengua de España se reunió para decidir entre utilizar «el» o «la».
A diferencia del inglés, el español y muchos otros idiomas tienen sustantivos masculinos y femeninos, que determinan si se dice «el» para masculino o «la» para femenino.
Así que el comité se dividió en dos grupos para que cada uno presentara los cuatro mejores argumentos para considerar que los ordenadores tienen un género determinado.
Los que estaban a favor de utilizar el masculino «el» dijeron que «los ordenadores se parecen más a los hombres por estas razones»:
Hay que encenderlos para que hagan algo
Tienen toneladas de información pero no sentido común
Se supone que te ayudan con tus problemas pero la mitad de las veces son ellos el problema
En cuanto consigues uno, te preguntas si hubieras esperado un poco más para conseguir un modelo mejor.
Los partidarios de la «la» femenina opinan que los ordenadores se parecen más a las mujeres por las siguientes razones
Nadie más que su creador puede entender su lógica
Se comunican entre sí de forma incomprensible para cualquier otra persona
Tienen memoria a largo plazo y pueden recordar con precisión hasta el más pequeño de los errores
Una vez que te haces con uno, acabas gastándote la mitad de tu sueldo en comprarle accesorios.
Ni que decir tiene que el comité no llegó a ninguna conclusión sobre un género concreto.