Hace poco elegí un nuevo médico de atención primaria.
Tras dos visitas y exhaustivas pruebas de laboratorio, me dijo que estaba bastante bien para mi edad.
Un poco preocupado por ese comentario, no pude resistir la tentación de preguntarle: «¿Cree que llegaré a los 80?».
Me preguntó: «¿Fuma tabaco, bebe cerveza, vino o licores fuertes?
No’, le contesté. Tampoco me drogo’.
Luego me preguntó: «¿Come filetes de costilla y costillas a la barbacoa?
Le contesté: ‘No mucho… Mi antiguo médico me dijo que toda la carne roja es muy poco saludable’.
¿Pasa mucho tiempo al sol, jugando al golf, navegando, haciendo senderismo o montando en bicicleta?
No”, le contesté.
Me preguntó: «¿Juega, conduce motocicletas o coches rápidos, o practica mucho sexo?
No”, le dije.
Me miró y dijo: «Entonces, ¿por qué te importa?».