Un hombre conducía por la autopista cuando vio al

Un hombre conducía por la autopista cuando vio al Conejo de Pascua saltando en medio de la carretera.

Dio un volantazo para evitar atropellar al conejo, pero por desgracia el conejo de Pascua saltó delante del coche y fue atropellado.

La cesta de huevos y caramelos que llevaba el conejo voló por los aires.

El conductor, hombre sensible y amante de los animales, se detuvo a un lado de la carretera y salió para ver qué había sido del conejo que llevaba la cesta.

Para su consternación, el colorido conejo estaba muerto. El conductor se sintió tan mal que se echó a llorar.

Una mujer que conducía por la autopista vio al hombre llorando a un lado de la carretera y se detuvo. Salió del coche y le preguntó qué le pasaba.

Me siento fatal”, le explicó, “he atropellado accidentalmente al conejo de Pascua y lo he matado. Los niños se van a llevar una gran decepción. ¿Qué hago?

La mujer le dijo que no se preocupara. Ella sabía qué hacer.

Fue al maletero de su coche y sacó un bote de spray. Se acercó al conejo muerto y flácido y roció el contenido del bote sobre el peludo animal.

Milagrosamente, el Conejo de Pascua volvió a la vida, saltó, recogió los huevos y los caramelos derramados, saludó con la pata a los dos humanos y se alejó dando saltitos.

A 50 metros de distancia, el Conejo de Pascua se detuvo, se dio la vuelta, saludó con la mano y bajó dando saltitos. 50 metros más allá, se volvió de nuevo, saludó y saltó otros 50 metros, de nuevo saludó.

El hombre se quedó atónito. No podía imaginar qué sustancia podía haber en el bote de spray de la mujer.

Corrió hacia la mujer y le preguntó: “¿Qué hay en su bote de spray? ¿Qué le has echado al conejo de Pascua?

La mujer dio la vuelta al bote para que el hombre pudiera leer la etiqueta.

Ponía:

Laca para el pelo. Devuelve la vida al cabello muerto. Añade ondas permanentes”.

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